La obra a través de la exposición del cuerpo femenino y los elementos escénicos seleccionados coloca en evidencia la relación entre música y movimiento (interior y exterior, profundidad y superficie) que es generado. Nos interesa el dialogo de tiempo espacio físico: corporal intimo, publico, privado/ personal social único personal interno, parcial y externo desarrollada entre los elementos participantes entre tensiones, metamorfosis y deseos.

 

La exposición del traslado de peso de un estado a otro, que buscamos conectar con la difícil responsabilidad de compartir y movernos para exponer y apreciar desde otras perspectivas los hechos y situaciones vividas. Silencios, miedos, censura y autocensura han generado una rigidez en nuestra forma de interactuar. Sabor de esperanza inútil respecto a las posibiidades de transformación de nuestro entorno próximo o social, una visión cerrada y limitada sobre nuestras practicas de convivencia con el entorno . Buscamos a través de imágenes, movimiento y sonido, provocar la reflexión hacia  la participación y rol como  testigo activo de aquello que no es entendible, como las contradicciones que mueven la vida, el caos de la naturaleza humana, pero también de la propia Historia, revelar los límites de la razón, la insuficiencia del entendimiento, la vida en  su complejidad, arguyendo que movemos desde series de impulsos y colisiones multidireccionales alimentados por nuestros sentidos en medio de tensiones, característica del caos, entre orden y desorden, lo inteligible y lo confuso, la construcción y la destrucción, lo equilibrado y lo exuberante, el mapa y el extravío. Un orden misterioso y extendido, que procura unidad en la diversidad de posibilidades.

 

El movimiento y el sonido  se repiten y varian,  a veces de forma sutil otras obvia, misma escena  con variaciones, como si la misma historia se presentase varias veces con distintas ramificaciones, como un “rizoma”. La creación se vuelve búsqueda-exploración el espectador y quienes ejecutan la obra (músico y danzante)  se convierten en viajeros  estructurando con sus decisiones en función de criterios que le son exclusivos a cada uno y que pueden resultar enigmáticos y con consecuencias sobre linealidad y las convenciones relacionadas con el tiempo y el espacio. Todo ello, conduce a una valoración del proceso haciéndose.

En medio de ello enfrentamos la inestabilidad de nuestros cuerpos en este espacio -tiempo y la necesidad de movernos, provocarnos para alimentar el movimiento- la tensión entre opuestos, la transformación y el deseo que amplian nuestra sensibilidad de lo que vivimos externa e internamente.

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PREGUNTAS que nos inquietan

Que nociones tenemos del alcance de lo que hacemos en cuanto a lo que muevo? Como nos movemos? Donde nos movemos? con quienes ?entre quienes? para quienes?

que parte de nuestra intimidad es necesario visibilizar? para comprendernos y /o hacernos comprender? para reflexionar y encontrar nuevas formas de relacionarnos ?

la lectura de un evento o situación dependerá de su visibilidad y del enfoque que se de a un asunto intimo o de la perspectiva desde donde el espectador observe ?

donde comienza lo intimo ? el exhibicionismo del alma?

creación e investigación en torno a esta problemática de vernos y que vemos cuando nos vemos, que  dejamos ver en nuestras relaciones con otras personas en trabajos y/o relaciones afectivas familiares.

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Hemos coincidido en pasar por constantes cuestionamientos en nuestras relaciones sociales por la dedicación permanente a nuestro trabajo y la prioridad que damos a este como compromiso de búsqueda de un lenguaje, pues es una tarea difícil de continuar y mantener debido a que el misterioso recorrido que dibujamos demanda de una gran cantidad de tiempo y espacio de investigaciones.

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ficha técnica

-un músico y audiovisualista Diego Contreras  con mas de 20 años de experiencia en trabajo creativo de teatro , cine y música..

-una interprete coreógrafa , con 25 años danzando (coreografa, bailarina y profesora )